En tiempo quise poner
este artículo, pero por falta de tiempo no pude, hoy le pongo, para que
veáis que de nuestro pueblo se escriben muchas cosas y en muchos sitios,
y que no todas las leemos.
Martes, 3 abril 2012
PASOS
Y PAISAJE
Monroy
SALVADOR CALVO MUÑOZ
Escriben algunos modernos pedantescos que “salimos de
buena mañana”, ¿cómo, de buena mañana?, ¿qué es eso?, ¿qué quieres decir?,
¿pronto? Pues di pronto, hombre; o di mejor “la del alba sería”, que es mucho
más bonito.
Bueno, pues no salimos “de buena mañana”, que la mañana estaba regular, o sea,
mal; porque no llueve ni por equivocación, y estamos ya en abril, que se dice
pronto. Así que decimos: La del alba sería cuando pasamos el escuálido
cauce del Tamuja y las no menos esqueléticas aguas del Almonte y, Camacho
arriba, nos pusimos en el llano, derrota de saliente.
No había un alma, no nos cruzamos con un solo coche, nadie, nada. Parece que
está el campo en un paroxismo expectante, esperando que se abra el cielo
y caiga el agua de una vez; o tal vez cavilando a ver si cerramos los ojos y se
acaba esta agonía desesperada.
Hubiésemos entrado en la villa de Monroy a contemplar y admirar ese castillazo
del XIII, o del XIV, que bien merece la pena, claro; pero no eran horas y
hay que dejar a los vecinos que duerman tranquilos. De modo que viramos a la
derecha y fuimos, carril adelante, hasta Los Términos, esa finca municipal en
la que no hace demasiado encontraron, excavaron y adecentaron la villa romana
que podemos ver hoy.
Bueno, ya saben, villa,ae, de la primera declinación, nominativo plural,
villae. Dos o tres edificios como vivienda, o más; todo dependería de la
categoría de los dueños; las dependencias de la servidumbre y las
construcciones propias para el grano y el ganado.
“Alba plata” ha marcado el lugar y ofrece información en algunos paneles. Bien.
Villa de acá y villa de allá, itinerario, cancillas, pasos y paisaje típico.
Villa romana de Monroy. Hay que ir. Está a dos tiros de ballesta. Los
fieles pro-Roma no podemos prescindir del posible pálpito que nos produce su
recuerdo. ¡Roma victis!
SCM.