NOTICIAS DE MONROY

EL DIRECTOR DEL LICENCIADOS DE CÁCERES SE JUBILA

Domiciano Iglesias: "Hay que dejar las ideologías de lado para un fin mayor: la educación, el futuro del país"
Domiciano Iglesias (30-11-1951) es uno de los grandes veteranos de la enseñanza en la capital cacereña, uno de los docentes que ha vivido la fuerte transformación de las aulas para acabar convencido de que, pasen las décadas que pasen, y se aprueben las leyes que se aprueben, el alumno acude a clase para aprender conocimientos, formación personal y la capacidad de tesón y esfuerzo, principales herramientas en su vida adulta. Desde 1990 dirige el colegio Licenciados Reunidos, el mayor de la ciudad, con casi 1.400 alumnos. Ahora apura con nostalgia sus últimos meses en el cargo. Llega la jubilación y sus sentimientos están encontrados.

--Se jubila 'don Domi', porque usted es uno de los pocos 'don' que van quedando en las aulas, y además dicho con cariño por sus alumnos...

--Es que yo en clase también les llamo de usted, incluso me dirijo así los pequeños de Infantil. Siempre les explico que el 'don' no debe marcar una línea separatoria, al revés, mis alumnos tienen mucha confianza conmigo. Les digo que en el cole se enseña lengua, matemáticas y ciencias naturales, pero también educación, respeto, saber el sitio de uno mismo y el de la otra persona. Es mejor quedarse corto que pasarse cuando aún no se tiene confianza. Además, me gusta que me llamen 'Domi' porque Domiciano es un nombre muy serio. Aquel emperador romano, según la historia, mató a miles de cristianos. Al menos llevó bien la gestión de Roma...

--Dicen que es un profesor de vocación. Cuéntenos la historia de aquel Dyane 6 por los Riberos del Tajo, camino cada día de la Escuela de Magisterio...

--Desde pequeño siempre he sentido la necesidad de dar clases, quizás por la influencia de mis maestros, sobre todo de don Juan Soria, un hombre bueno capaz de enseñar sin necesidad de castigar, porque entonces se castigaba mucho. También don Fernando López Rodillo, un gran maestro con una caligrafía extraordinaria. Le comentaron a mi familia que me veían cualidades para el estudio, de modo que hice bachillerato libre en El Brocense, porque mi padre, que falleció joven, era policía municipal y los recursos entonces no daban para mucho. Recuerdo que me examinaba en un día de todas las asignaturas. Un verano me fui a recoger cerezas y con las 50.000 pesetas que gané me compré un Dyane 6 azul matrícula de Badajoz. Ese coche me hizo maestro. Todos los días conducía con mi hermano hasta Cáceres para cursar Magisterio. Luego amplié estudios con la licenciatura de Geografía e Historia. Hacíamos una locura tremenda: bajábamos en punto muerto los riberos de Monroy para ahorrar gasolina.

--Y rápidamente se vinculó a los inicios del colegio Licenciados Reunidos, la primera cooperativa de profesores de Cáceres...

--El colegio se había fundado hacia 1976 y yo entré en octubre de 1983. Empecé con 3º de Primaria en García Plata de Osma, donde entonces estaban las aulas, y desde el principio me encantó el trabajo. Al año siguiente me ofrecieron ser cooperativista, y en el curso 1990-1991 me nombraron director hasta hoy, con una interrupción de tres años.

--Pregunta obligada a quien lleva décadas en el aula... ¿qué está pasando para que el sistema no funcione como debiera?

--Los chicos tienen en su mente muchas cosas, muchas, menos lo que nosotros entendíamos por valores. Son capaces de comprender el funcionamiento de una nueva maquina en minutos, estupendo, pero en cambio no dan importancia a temas de educación, de saber estar o de vida familiar. Un ejemplo: si vas por una acera y viene una señora cargada con bolsas, te apartas a la izquierda, pero la gente joven eso no lo entiende. Falta cierta sensibilidad, hay que hacerles comprender que tener deferencia con los demás no es símbolo de debilidad. En muchos casos se ha instalado la mediocridad, el 'todo vale' , y no todo vale. Los valores que tanto mencionamos comienzan con la educación.

--¿Realmente son más flojos los contenidos de la asignaturas?

--Sinceramente creo que hay menos contenidos. Vengo viendo que cada curso se exige menos, y es un error, porque el éxito está en el sacrificio, en el rigor y en el trabajo, y eso, si no se enseña desde el colegio, se convierte en un problema cuando llegas a la vida laboral, donde exigen una serie de objetivos tanto en el sector público como en el privado. Recuerdo un artículo de una ley educativa que decía hace unos años que los alumnos de 1º de ESO pasarían automáticamente a 2º independientemente de las asignaturas suspensas. Incomprensible. Luego están los bandazos en la normativa: ahora se quitan los exámenes de septiembre, ahora se ponen...

--Los cambios de las leyes educativas no ayudan... ¿verdad?

--Ha ocurrido una cosa tremenda en este sentido: he conocido la LOGSE, la LOPEG, la LODE, la nueva que viene ahora... Se dio el caso hace unos años que los niños que estaban en 4º de ESO habían tenido dos o tres leyes distintas. Yo entiendo que la ley necesita un plazo de quince o veinte años para desarrollarse, para dar resultados, para madurar... Luego están los informes PISA y similares que delatan nuestra situación. No entiendo por qué no hay un pacto de estado serio, pero serio, que dé lugar a una ley consensuada, que además debe estar abierta a mejoras en su articulado. Lo que no se puede es hacer una ley a gusto del político de cada momento. Vamos a dejar las ideologías a un lado para un fin mucho más grande, porque en esto nos va el futuro del país, lo fundamental: la educación.

--¿Cuánto han cambiado las aulas en estos años?

--Bastante, y es cierto que había que cambiar algunos aspectos. Ahora hay mayor comunicación entre profesores y alumnos, se ha quitado la tarima, estamos más cercanos, pero encuentro que se ha entendido mal, porque cada uno sigue teniendo su rol, y yo como profesor estoy aquí para enseñar conocimientos pero también para enseñar ante la vida. Nuestra profesión es la más bonita que hay porque forma a todas las demás profesiones, al que será diputado, ingeniero, informático... Por eso estoy tan enamorado de mi trabajo, realmente soy muy feliz en el aula.

--De hecho ha impartido muchas horas semanales de clase mientras ejercía como director, y no es precisamente lo habitual. ¿Por eso su marcha será progresiva? ¿Le cuesta?

--Sí, desde el próximo curso ya no seré director, pero seguiré impartiendo algunas horas a la semana como profesor en el colegio. Necesito que el proceso sea progresivo. No me veo, después de tantos años de actividad, dejando todo de golpe.

--Se marcha dejando el colegio en su mejor momento, con tres líneas (tres clases) en todos los niveles. Hay 'cola' para conseguir plaza. ¿Cómo se lleva la responsabilidad de enseñar y velar por 1.400 alumnos?

--Nosotros siempre tratamos de dar todo lo posible, especialmente cercanía con los padres, atender sus cuestiones y problemas sean pequeños o grandes. Recuerdo a una alumna que se quedó embarazada y su madre vino a hablar con nosotros temiendo que no podría seguir en el colegio. Le contestamos que la chica se iba a quedar, y que además le íbamos a ayudar en todo lo posible para no crearle otro problema añadido. Aquí, en este despacho, vino muchas veces durante la hora de lactancia a darle de mamar a su niño. Al margen de la atención cercana que siempre pretendemos, también ofrecemos todos los servicios añadidos que podemos, por ejemplo estamos apostando mucho por los idiomas, son el futuro, y hemos incorporado auxiliares de conversación.

--Debe tener en su memoria a los alumnos especialmente sobresalientes, también a los que le dieron más trabajo....

--Sí, por ejemplo uno de ellos es un brillante ingeniero en EEUU, otro está construyendo el nuevo Airbus, otro es un alto directivo de una compañía telefónica que ha instalado muchas de las infraestructuras de Sudamérica.... Hay una hornada muy buena que además quiere mucho al colegio. A otros los recuerdo con cariño porque les costaba especialmente llegar al nivel, y siempre hemos intentado ayudarles.

--¿Como han sido las relaciones con la Administración educativa?

--Tengo que decir que bastante cordiales, independientemente de los cambios de partido, y también con la Inspección. Yo cuento mi experiencia, no sé la de los demás. También es verdad que siempre he ido con humildad, exponiendo mis problemas, y he encontrado una receptividad muy buena.

--Sus hijos ya son mayores, pero si tuviera otro más pequeño, hoy día, con la crisis que nos azota, ¿qué le aconsejaría, ciencias o letras?

--Ahora mismo algo de ciencias, pero yo soy de letras y me parecen muy bonitas, en realidad todo es vocación... De hecho también me encanta la ciencia, mis alumnos se extrañan cuando les digo de memoria el sistema periódico. Vengo de una época en la que no se especializaba tanto a los profesionales y en mi opinión ahora se peca en exceso. Cuando empecé a estudiar Bachillerato era un sistema mucho mas integral, había que saber de todo, pero ahora demasiados profesores se limitan a su asignatura. Cuando llegan los alumnos de Magisterio en prácticas lo primero que recuerdan es que ellos solo saben dar cierto contenido. La especialización excesiva no es buena.

--¿Qué piensa cuando hace repaso de todos estos años?

--Mi máxima ha sido siempre no decepcionar a las personas que han confiado en mí. No sé si lo habré conseguido, y si a alguien he ofendido con las decisiones que se deben tomar en estas responsabilidades, le pido sinceramente perdón.

--Y las aulas... ¿qué le han enseñado a usted?

--Que si quieres ser un buen docente tienes que ponerte siempre a la altura del niño.

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Cumpleaños familiar de la abuela centenaria

                                                      Artículo de Jesús Baños.

El pasado 19 de enero 2014 se celebró en Monroy el cumpleaños centenario de Inés García Suárez, orgullosa de llegar a los 100 años y de celebrarlo en su pueblo natal rodeada de sus seres queridos. Muchos de sus familiares vinieron desde San Sebastián para celebrar tal acontecimiento, que reunió a sus hijos nietos, biznietos y demás familiares así como el alcalde, Telesforo Jiménez Sierra y su esposa Purificación. Ambos dedicaron unas cariñosas palabras por llegar a su centenario y tras un brindis por ella le hicieron entrega de un ramo de flores.


Tras el homenaje, toda la familia se reunió en una comida en el restaurante la Bodega del Herrador, en el que se le hizo entrega de varios regalos tras apagar las velas. Inés García, todo un ejemplo de vida, agradeció a todos el cariño.

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